Nacido en París el 26 de agosto de 1743 en el seno de una familia patentada, este químico francés cursa, también, estudios en leyes, matemáticas, física y botánica. A pesar de la fortuna de su familia debe trabajar para financiar sus investigacioones. De esta forma se vincula como empleado a una firma recaudadora de impuestos, la Ferme Générale. Es él quien enuncia, por primera vez, el principio de conservación de la materia. En sus experiencias, Lavoisier se interesa por el flogisto, substancia a la que se atribuía la posibilidad de combustión. Sus experimentos lo llevan a la conclusión, ya abrazada por Joseph Priestley, de que no hay tal flogisto que intervenga en la combustión, sino que ésta se presenta por la acción del oxígeno (gas creador de ácidos), que ya había sido aislado por Priestley, quien lo había llamado “aire deflogistado”.
En su Métodos de nomenclatura química, Lavoisier hace un primer esbozo de las actuales nomenclaturas. De otra parte, se vincula como miembro del equipo encargado de la introducción del sistema métrico decimal. Recibe, a los 23 años, la medalla de la Academia de Ciencias. Como miembro de ella, se opone al ingreso de Jean-Paul Marat, quien posaba de científico. Durante la revoluución, es hecho prisionero a raíz de su actuación como recaudador de impuestos. El juez de su proceso es el mismo Jean-Paul Marat, quien lo hace ejecutar en la guillotina en París el 8 de mayo de 1794. Lavoisier es considerado el padre de la química cuantitativa y, se destaca por la importancia que otorga a la observación y la medición precisas.
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