También conocido como Jan Adriaasz “Leeghwater” (Leeghwater es el sobrenombre en neerlandés que se le dió y significa “agua baja”), nació en De Rijp (Países Bajos). Este carpintero holandés llegó a ser un destacado ingeniero autodidacta, motivado por la curiosidad y el apetito de conocer. A comienzos del siglo XVII, Jan Adriaanszoon logra desecar el lago holandés de Beemster. En esta operación logra ganarle al agua poco más de 17,000 acres que son incorporados a la agricultura de los Países Bajos. Para desecar el lago es necesario utilizar 26 molinos de viento y un dique de 40 kilómetros de largo durante casi cinco años de arduos trabajos. Tras alcanzar el éxito, Leeghwater dirige unos 30 trabajos similares.
Su técnica se utiliza con fines bélicos y, gracias a su intervención, se logra la caída de S’Hertogenbosch, ciudad protegida por numerosos pantanos y considerada invulnerable. La gran frustración de Leeghwater es no lograr desecar el lago Haarlemmermeer, cuyas crecidas fueron una amenaza constante para las ciudades circundantes (especialmente Ámsterdam y Leiden). Esta obra, según sus cálculos estimativos requería de 160 molinos; sin embargo llega a ser culminada unos 200 años después mediante la utilización de bombas hidráulicas accionadas por máquinas de vapor. El sistema ideado por Leeghwater le ha servido a Holanda para arrebatarle unos 7,000 kilómetros cuadrados al mar y los lagos, apartándoselos a la agricultura y por tanto desarrollo de este país.